Bendición de la nueva imagen de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio de la Hermandad de Zamarrilla

El pasado día 12 de octubre, a las doce de la mañana, se celebró en plena calle de Mármoles, junto a la fachada de la ermita de Zamarrilla, el acto de la solemne bendición de la nueva imagen de Ntro. Padre Jesús del Santo Suplicio. El manto rojo de la Virgen de b Amargura servía de dosel y cobijo a la nuevo iconografía de su Hijo. Más de mil personas asistieron al acto que revistió gran brillantez.

En la calurosa mañana del día de la Hispanidad, la Real y Excma. Hermandad del Stmo. Cristo de tos Milagros y María Stma. de la Amargura, celebraba tan solemne acontecimiento. Un altar de más de diez metros de altura, totalmente engalanado con los enseres procesionales de la mencionada cofradía, mostró al pueblo malagueño por vez primera la nueva Imagen del Santo Suplicio, obra del insigne imaginero malagueño Francisco Palma Burgos, recientemente fallecido, siendo por tanto ésta su última obra. Hay que reseñar que la popular Hermandad tiene como titular al Stmo. Cristo de los Milagros, obra también del malogrado autor. Para la elaboración y creación de esta talla, Paco Palma se había desplazado desde Italia, donde residía, por expreso deseo de la Hermandad, en la que ostentaba el título de mayordomo de honor de sus titulares.

Entre la primera iconografía y esta segunda imagen del artista Palma, salvando la madurez artística que da el tiempo y la experiencia, existe una gran concatenación. Son dos muestras representativas del más puro barroco malagueño. Amplitudes anatómicas, pureza de líneas, dulzura y serena expresividad, son las notas más destacadas. De cualquier forma, el artista ha querido dejar patente en esta su última obra, un momento de la Pasión del Señor, que continúa con el Crucificado de los Milagros. La diferencia queda marcada por la dulzura de los rasgos del Crucificado, ya muerto y, la plasmación del sufrimiento desafiante de un hombre que, de antemano, es conocedor de su muerte y la acepta por los hombres, sin dejar de sentirse el Hijo de Dios.

UN POCO DE HISTORIA


Para saber el porqué de este acto habría que remontarse a las primeras décadas del siglo, cuando la popular cofradía de Zamarrilla procesionaba entonces como imagen titular una escultura, obra del sevillano Antonio Castillo Lastrucci, que en las noches del Jueves Santo malagueño salia acompañado por una sayón que le despojaba de sus vestiduras, mientras otro taladraba el madero para crucificarle, en tanto que un soldado romano contemplaba la afrentosa escena.

En mayo de 1931, la Imagen de Ntro. Padre del Santo Suplicio, -el Suplicio como se le llamaba popularmente-, fue destruido; encargándosele en 1939 a Paco Palma un crucificado, su primera obra, que recibiría la advocación de Los Milagros. Ahora y, por volver a la primitiva tradición, por devolver a la Hermandad su antiguo titular, al pueblo su patrimonio y, en señal de buena voluntad ante todas las creencias, la Asamblea de la Hermandad acordó hace ahora más de un año, la nueva elaboración de la desaparecida imagen.

LA ICONOGRAFÍA

La nueva esfinge del Suplicio, es sin duda una de las de mayor belleza con que cuenta la Semana Sarna malagueña, siendo el deseo de la Hermandad, el procesionarla en un futuro próximo. Llama poderosamente la atención la expresividad de la misma, su rostro sereno y a la vez contraído por el dolor físico. La dilatación y moraduras de sus hombros y espaldas, tras el penoso y pesado transporte de la Cruz. Las impresionantes huellas de los azotes que recibió el Redentor. Su policromía es perfecta. El artista ya enfermo de muerte plasmó en esa imagen se propio sufrimiento y se recreó en el mimo de sus óleos.

EL ACTO

De puro estilo cofrade, tuvo lugar en plena calle. El municipio dio permiso para acotarla, desviando la circulación por otros cauces. Más de mil personas se congregaron en él, en una calurosa mañana, impropia de esas fechas. Los cofrades habían preparado con todo esfuerzo y gran solemnidad un voluminoso y bello altar, sobre el que la Imagen del Suplicio, vestida de túnica —aunque su talla es completa—, fue expuesta a la veneración de su barrio por vez primera.

El Hermano Mayor de la Hermandad, Carlos Rueda Cassola hizo la presentación, tras lo que se dio paso a la celebración de la misa que oficiaría José Avila Barbo, canónigo de la Santa Iglesia Catedral y Director Espiritual de la Cofradía. En el trascurso de la misma fue bendecida la Nueva Imagen. La rondalla y coros del Real Santuario de Santa María de la Victoria cantó por aires malagueños, canciones especialmente preparadas para este acto, dedicadas sobre todo a Santa María de la Amargura. La Banda de Cornetas y tambores de la Cofradía hermana de Jesús El Rico acompañó con sus toques la ceremonia. Señoritas engalanadas con los trajes típicos de malagueñas hicieron las ofrendas, bailando tras la ceremonia delante del altar. El saetero Antonio de Canillas, dedicó dos plegarias por seguirillas y martinetes.

Fueron padrinos de la bendición Susana Rueda Barrera, hija del Hermano Mayor y Eduardo Molina Duarte, Teniente Hermano Mayor de la Hermandad. Gran cantidad de Cofradías y Hermandades estuvieron representadas al frente de sus Hermanos mayores y, ellos al frente del Presidente de la Agrupación de Cofradías Francisco Toledo Gómez.

UNA INCÓGNITA

Cuando la Hermandad de Zamarrilla hizo el encargo de la Imagen del Suplicio a Paco Palma, quería que todo el grupo escultórico fuera obra del mismo autor e incluso su próximo trono procesional. Cuando le sobrevino la muerte al gran imaginero, tan solo le había dado tiempo a elaborar algún boceto primario. Con este prematuro desenlace, la Hermandad tendrá que reconstruir su idea original.

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Rafael Poyato Crespo

Al hombre que encarna con su gubia maravillosa, la imagen de lo que siente su alma gigantescamente noble.

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