Falleció el escultor e imaginero Francisco Palma Burgos

Había realizado seis imágenes procesionales para la
Semana Santa Malagueña
por Carlos F. Rueda Cassola
Publicado en la Revista la Saeta, Editada por la Agrupación de Cofradía de Málaga. 1986.

Tres horas antes de terminar el año de 1985, a las nueve de la noche del pasado treinta y uno de diciembre último falle¬¡cía en Ubeda (Jaén), víctima de una penosa e irreversible enfermedad el escultor e imaginero malagueño más importante del último siglo. A los 67 años de edad, en plena madurez artística, con su pelo teñido por el blanco de la sabiduría, su mirada dulce —a veces perdida— en la que se traslucía su pensamiento intimista, lejano, de sabio del arte, su palabra pausada con la inocencia de un niño, a veces pícaro y alegre, a veces soñador y romántico y sus manos dulces y pequeñas de dedos delgados y piel fina, no podían ocultar su condición de artista.

Paco Palma deja tras de sí una vida llena de éxitos artísticos repartidos por Málaga, Andújar, Almería, Santa Cruz de la Palma, Madrid... y su segunda patria, Italia.

Quizás por los abatares de su vida que caminaba bohemiamente tras el arte puro y sin dilación, este hombre no haya sido, inmerecidamente profeta en su tierra, sin embargo, ha sido artista reconocido y celebrado en la vecina Italia, donde transcurrieron los últimos veinticinco años de su vida. El grane scultor parecía intuir que pronto nos iba a dejar tallando la Imagen de Ntro. Padre Jesús del Santo Suplicio, para la Hermandad de Zamarrilla, cuando nos aseguraba que sería su última obra. "Con Zamarrilla empecé a mis 19 años y con Zamarrilla termino", nos decía apenas cuatro meses antes de encontrar su fín. No obstante todo ello se entregó aún más a la popular cofradía de la típica ermita, restaurando la famosa Imagen de Ntra. Sra. de la Amargura, apenas unos días antes de dejamos para siempre.

Málaga se benefició de su obra sobradamente; ahí quedan para su gloria y deleite de nuestro pueblo los Cristos que se veneran bajo las advocaciones de Milagros, Sangre, Humillación, Buena Muerte y Santo Suplicio. Sin olvidar ni un momento el grupo escultórico de la Piedad, copia del que con anterioridad tallara su padre Francisco Palma García.

SUS ULTIMOS MOMENTOS

En febrero del año 1985 acomete en Madrid la elaboración de la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio que, terminaría en nuestra ciudad en el mes de Junio. Marcha a Italia, donde termina algún trabajo pendiente, para regresar nuevamente a nuestra Málaga al día 12 de Octubre. Ese día, hace su última aparición en público en el acto de la bendición de su última imagen. Su deseo era marchar nuevamente para poder seguir haciendo frente a los numerosos trabajos que le absorvían en la vecina nación; pero su mermada salud le aconseja continuar en España. Poco a poco su espíritu libre se va doblegando por la enfermedad. Se da cuenta de que ya no puede volar en libertad; su ánimo le mantiene con la ilusión de un muchacho... le queda tanto por hacer. Su cuerpo se agrava de repente y es trasladado a la ciudad de Úbeda, por su expreso deseo, para mórir. Tres horas más tarde de su llegada a la ciudad jiennense fallece.

Su capilla ardiente fue instalada en la casa hermandad de la Cofradía de Jesús, en donde desfilaron cientos de ubentses. Al funeral asistieron el alcalde de la ciudad, Arsenio Moreno Mendoza, el Presidente de la Agrupación de Cofradías de la ciudad hermana, el Vicepresidente primero de la Agrupación de Cofradías de Málaga y diversos directivos de la Hermandad de Zamarilla que, juntamente con su familia y amigos presidieron las honras fúnebres. La comitiva se desarrolló por las calles de la ciudad, treinta y dos coronas precedían al féretro portado por malagueños, tras él, dieciseis guiones de otras tantas hermandades. Más de quinientas personas acompañaron el cortejo, en una larguísima procesión que recorrió a pie las calles de Ubeda. En la Iglesia de San Isidoro, santo lugar en el que se vehera la primera obra efectuada por Palma en Ubeda, —Ntro. Padre Jesús de la Columna- , se escuchó la Santa Misa. Más tarde, sería exhaumado mado en un nicho de la Hermandad de la Columna, en el cementerio ubetense.

PRINCIPIO Y FINAL EN NUESTRA CIUDAD

El principio y final en nuestra ciudad lo han marcado la creación de dos imágenes que, casualmente, le fueron encargadas por la misma hermandad; la popular Zamarilla.

La primera de las Imágenes por él tallada fue la del Cristo de los Milagros cuando apenas contaba diecinueve años y la última que cierra su carrera y su vida fue la recientemente bendecida de Ntro. Padre Jesúsdel Santo Suplicio en cuya realización empezó a encontrarse enfermo.

Aparte de las obras que procesionan en nuestra ciudad no podemos olvidar de reseña las del Sagrado Corazón Jesús y la de Ntra. Sra. del Rosario, ambas en la Catedral malagueña.

Sus obras más importantes en Ubeda, ciudad donde vivió quince años de su vida, tras trasladar su taller de la malagueña calle Cobertizo del Conde de nuestra ciudad a la ciudad jienense son el Crucificado a Noche Oscura y el Cristo Yacente. Es por todo ello, que ciertamente la mayor proliferación de Palma en España,
se encuentra en Ubeda, donde Imágenes, monumentos y retablos nos recuerdan al artista por todas las esquinas de la ciudad.

SU VIDA EN ITALIA


Los últimos veinticinco anc de su vida transcurrieron e Italia, concretamente en el publecito de Castell Sant´Elía donde era querido y admirado por todos y donde formó gran cantidad de discípulos. Sería interminable poder detallar la cantidad de obras, tanto de imaginería como de pintura y restauración que efectuó allí. Miembro de honor de la Academia Tiberiana había intervenido en la reconstrucción de Palacio de los Borgias y en la iconografías y los frescos de la Iglesia de Neppi, así como en la creación del monumento a Garibaldi en la plaza de esta ciudad. En la vecina nación fue premiado en numerosas ocasiones, contando en su haber con los premios Dante Aligheri y Leonardo de Vinci. Era poseedor de las Medallas de Oro de las ciudades de Castell Sant´Elías, Visso, Foggia y Neppi.

PALMA PINTOR

Aún cuando en nuestra ciudad es prácticamente desconocido en este aspecto, es precisamente en Italia donde deja su más vasta producción. Premios de concursos internacionales le avalan su carrera artística. Su pintura impresionista llena no pocos Museos Italianos. La restauración de frescos en catedrales y basílicas, ocupan también gran parte de su dilatada carrera. Estaba consideradocomo uno de los principales policromadores de imaginería religiosa en toda Europa, es por ello por lo que trabaja también en el Vaticano. Sus últimas exposiciones en España se podrían centrar entre los años 1962 al 1965. El 13 de Junio de 1962 expone en la Casa de Málaga de Madrid una serie de óleos y acuarelas italianas. Ese mismo año y, en septiembre, lo hace en Ubeda. En 1963 se asoma a Málaga, en una exposición dedicada a su padre, Francisco Palma García y, dos años más tarde muestra su obra en Granada. Meses posteriores en la malagueña galería urbana de Larios, expone por última vez en su tierra.

Curiosa y, posiblemente por marcar diferencias, la obra pictórica de Palma, está signada de forma diferente. Todo lo expuesto y elaborado en España va avalado por la firma de "Paco Palma"; sin embargo, toda su obra italiana está reconocida por "Burgos".

PERFIL HUMANO

Mi conocimiento personal con el artista y las horas de convivencia que pasamos juntos me hacen juzgar un poco excepcionalmente al gran imaginero. Hombre profundamente religioso, puesto en la tesitura de si se podría dar imaginería en una persona no creyente, no duda en responder: "No, decididamente no es posible. Puede crear una bella imagen, pero siempre será fría, sin sentimiento ni mensaje ni transmitir", "Tampoco —continúa—no es que haya que rezar un Padre Nuestro delante de la imagen, pero sí creer y sentir la religión".

Cuando un día le pregunté el por qué sus Vírgenes representaban a mujeres jóvenes, siendo sobrado conocido que Jesucristo murió a los 33 años me respondió. "Es cierto ese detalle, pero los encargos son las encargos, las gentes prefieren ver a la Virgen Joven, aunque tengan muestras de dolor. Sólo existe una Virgen de las por mí talladas que es la excepción La Piedad malagueña. Fue la que creó mi padre, sirviéndole de modelo mi madre, una mujer de 48 años, madura y sufrida".

Prestaba en su imaginería una especialísima atención a la policromía. Puede decirse, sin temor o error, que se recreaba con ella. Consideraba que el buen hacer del policromado era el cincuenta por ciento de toda obra. Un día me comentaba "lástima que Pedro de Mena no supiese policromar, era su hija la que aprendiendo el oficio, en la escuela de Alonso Cano colaboraba con su padre". Reconocía que su obra mejor polleromada en Málaga, es la última elaborada para la Hermandad de Zamarilla, —Ntro. Padre Jesús del Santo Suplido—, aunque añadía "Tan solo el tiempo puede darle ahora el carácter necesario que ningún humano podemos aplicarle".

Pese a lo que pueda parecer, Palma jamás olvidó a Málaga. Es más; su eterna desventura fue no poder trabajar más en nuestra ciudad. Su refugio italiano era una continuación de nuestra ciudad. Allí se respiraba el olor del geráneo de "su Cobertizo del Conde". En Italia buscó desesperadamente ese barro verde del Egido, —"el mejor que han acariciado mis manos"—, que allí nunca encontró. Ojalá que lo encuentre en su nueva vida. El "profesore", como era llamado cariñosamente por todos sus discípulos italianos descansa en paz junto a Jesucristo y su Madre, a los que él ofrendó toda su vida artística.

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Rafael Poyato Crespo

Al hombre que encarna con su gubia maravillosa, la imagen de lo que siente su alma gigantescamente noble.

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